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precursores y forjadores de la salud pública cubana, Dr. Roberto Pereda Chávez (1928-1977) 

Autor: Delgado García Gregorio

Fragmento

La participación de Cuba en los organismos internacionales de salud tiene su origen cuando aún nuestro país no figuraba en el concierto de las naciones independientes y ocurrió históricamente al celebrarse en el continente americano el primer evento internacional sobre salud pública, en el que figuraban países de dicho hemisferio, o sea, la V Conferencia Sanitaria Internacional que se llevó a cabo en Washington durante los meses de enero a marzo de 1881. En la delegación de España ante la citada conferencia formó parte, como delegado especial por las provincias de Cuba y Puerto Rico, el doctor Carlos J. Finlay Barrés, quien tuvo ante tan alto foro científico la oportunidad de dar a conocer por primera vez en el mundo, en la sesión del 18 de febrero de 1881, el enunciado teórico, aún sin la demostración experimental, de su teoría metaxénica sobre el contagio de enfermedades aplicada a la fiebre amarilla. Arribada Cuba a su independencia formal el 20 de mayo de 1902, cinco y medio meses más tarde pudo figurar con plenos derechos como miembro fundador de la hoy Oficina Sanitaria Panamericana al estar representada en la I Convención Sanitaria Internacional celebrada en Washington del 2 al 5 de diciembre del propio año. La delegación cubana a tan destacado acontecimiento sanitario panamericano estuvo integrada por las 2 figuras más importantes de la medicina y la salud pública de nuestro país: los doctores Carlos J. Finlay Barrés, entonces Jefe Nacional de Sanidad y Juan Guiteras Gener, en aquellos momentos director del Hospital de Enfermedades Infecciosas "Las Animas" de La Habana. Desde entonces hasta el presente, Cuba ha figurado de manera notable en las actividades de la Organización Sanitaria Panamericana, y en la séptima de sus conferencias celebrada en La Habana del 5 al 15 de noviembre de 1924, se redactó, discutió y aprobó el Código Sanitario Panamericano, el que con algunas posteriores rectificaciones y enmiendas se mantiene vigente en nuestros días.

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2004-06-29   |   843 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 22 Núm.2. Julio-Diciembre 1996 Pags. Rev Cubana Salud Pública 1996; 22(2)