La medicina social y la salud pública ante los desafíos del siglo XXI

Autor: Aldereguía Henriques Jorge

Fragmento

En el presente siglo se han llegado a configurar 2 paradigmas para la interpretación de la salud poblacional. El primero de ellos tuvo sus orígenes fundamentalmente en el siglo xix con el movimiento alemán por la ley de salud pública, inspirada entre otros por Salommon Neuman y el brillante anato mopatólogo Rudolf Virchow y llegó a cristalizar, a principios de nuestro siglo, con las concepciones de la higiene social de Alfred Grothjan y la fundación de la primera cátedra universitaria de esta disciplina. La Revolución de Octubre inspiró el movimiento por la salud pública socialista y la creación de la higiene social marxista, todo ello bajo la conducción de N.A. Shemashko. Ambas variantes del primer paradigma tenían un fuerte contenido sociológico y eran ideológicamente opuestas. El segundo, comienza a nacer después de la 2da. Guerra Mundial, en Inglaterra, al conjugarse un hecho académico: el paso del clínico John A. Ryle a la investigación epidemiológica con una fuerte base bioestadística; un hecho sociosanitario: la creación del Servicio Nacional de Salud Inglés sobre bases de regionalización, y un hecho de investigación científica: el inicio de las grandes investigaciones epidemiológicas, como la de R. Doll, sobre el hábito de fumar y cáncer de pulmón que ponía de manifiesto el papel del factor de riesgo. Este nuevo paradigma epidemiológico más operacional, continúa desarrollándose con el estudio de Framingham sobre factores de riesgo y cardiopatía isquémica y tiene 2 momentos salubristas encomiables: el informe de M. Lalonde sobre la salud de los canadienses a mediados de los 70 y a finales, el informe de la Secretaría de Salud de Estados Unidos Healthy People , verdadera joya de la medicina preventiva. Este segundo paradigma no tuvo contrapartida sólida en el área socialista donde predominaron concepciones dog- máticas y anquilosadas en la interpretación de la llamada 2da. revolución epidemiológica, la que trajo la conse cuente ampliación del objeto de la epidemiología de las enfermedades transmisibles a todas las enfermedades y desviaciones de la salud. Esto no excluye que la salud pública socialista haya cosechado éxitos en su fase de desarrollo extensivo, liquidando las secuelas del subdesarrollo sanitario.

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2004-06-29   |   3,655 visitas   |   10 valoraciones

Vol. 21 Núm.2. Julio-Diciembre 1995 Pags. Rev Cubana Salud Pública 1995; 21(2)