Fragmento

Un privilegio inesperado e inmerecido, a la vez que triste y desolador me ha sido concedido por el Cuerpo Directivo de la Academia Mexicana de Cirugía, para que desde esta tribuna, se rinda un meritorio tributo a la memoria del ilustre Acad. emérito Dr. Alberto Villazón Sahagún, merced a su destacada trayectoria en la medicina y en la cirugía. La preparación de este homenaje me ha sido difícil por la alta responsabilidad de reflejar en él todo el valor y la alta significación científica de uno de los cirujanos más distinguidos de todos los tiem-pos de nuestro país y tal vez hasta la admiración y el gran respeto que siempre tuve hacia él, sean un obstáculo para resaltar de manera justa todos sus méritos y virtudes. El Dr. Villazón hubiera visto su primera luz en la ciudad de México. Sin embargo, al igual que cuando iba a nacer su hermana mayor, sus padres, don Alberto Villazón y doña María Sahagún de Villazón, viajaron a la ciudad de Chihuahua, Chih. al lado de los abuelos maternos, así, él nació ahí el 15 de diciembre de 1925 y a los 40 días regresó en compañía de su familia a vivir en la ciudad de México. Tuvo una infancia feliz, desde pequeño fue educado y elegante y recibió la instrucción primaria, secundaria y preparatoria en el Colegio San Borja de los hermanos lasallistas, de quienes seguramente aprendió también a ser bondadoso.

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2002-12-11   |   1,291 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 69 Núm.5. Septiembre-Octubre 2001 Pags. 259-261 Cir Ciruj 2001; 69(5)