Reanimación cerebro-cardio-pulmonar:

un reto ineludible para la comunidad 

Autor: Santos García José

Fragmento

Desde los albores de la humanidad, el hombre ha enfrentado la muerte; ora, traumática, para alimentarse, ora para defenderse, en el momento mismo de la vida e inesperada mente en el propio seno de su tribu. Sin embargo, a pesar de que reconoció la analogía entre la pérdida de respiración y la conciencia con el sueño eterno y lo recogió en sus primeras crónicas (Génesis: entrega del hálito vital para dar vida al protohombre), no se resignó a mantener una actitud contemplativa y luchó, con más fervor que éxito, por 2 milenios. En esta larga noche ocurrieron destellos de brillantez: Vesalius, en 1543, utilizó la presión positiva intermitente y la intubación traqueal en animales; Tossach, en 1771, la respiración boca a boca, la reanimación con el tórax abierto fue intentada por Boehm y Schiff en el fin del pasado siglo y el tratamiento eléctrico tuvo sus antecedentes con Prevost y Wigger (1899 y 1940). Como importantes precursores de lo que conocemos como reanimación cerebro-cardio-pulmonar (RCPC) "moderna" están los trabajos de Safar (1948) y Elam (1954) relacionados con la vía aérea, donde expresan de manera irrefutable la relación oxigenación / éxito en preservar la función cerebral —don único de la especie humana—; los de Zoll, que aportó el marcapaso eléctrico y la desfibrilación externa en 1956;1,2 además el desarrollo de las unidades de cuidados especiales respiratorios, la mejor comprensión de la función y la sustitución de las funciones del corazón —cirugía "a corazón abierto"— y el concepto de reanimatología como ciencia del estado posresucitativo, permitieron unificar y divulgar algunos puntos cruciales en la RCPC actual: la inequívoca superioridad de la ventilación boca a boca (Elam y Safar) y de la compresión cardíaca externa (Kouwenhoven y Jude) como métodos más útiles que todo lo anterior; la desfibrilación transtorácica (Zoll y Lown) y la epinefrina como droga insustituible (Redding). Poco ha cambiado en estos 35 años, donde las medidas primarias de asistencia continúan siendo la garantía de la vía aérea expedita, la ventilación boca a boca y la compresión cardíaca externa.

Palabras clave:

2004-07-14   |   4,203 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.1. Enero-Marzo 1996 Pags. 7-9 Rev Cubana Med Gen Integr 1996; 12(1)