El tratamiento de la infección por clamidia durante el embarazo

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La infección genital por clamidia ocurre en un 4% de las mujeres embarazadas. Además de causar complicaciones maternas, esta infección podría conducir a la conjuntivitis, neumonías u otros problemas en los niños recién nacidos que nacen mediante un canal infectado. Actualmente, el tratamiento que se recomienda con eritromicina tiene como resultado efectos secundarios gastrointestinales significativos. Se culpa por la interrupción de este tratamiento, el índice de fracaso del 15% de la eritromicina en este grupo. Alary, et al. compararon la eficiencia de la eritromicina con la de la amoxicilina en el tratamiento de la infección de clamidia en el cérvix de las mujeres embarazadas. Se tomaron pacientes de 9 centros de obstetricia de Quebec. Los cultivos cervicales de rutina en la primera visita prenatal identificaron a 199 mujeres con infección genital por clamidia. Las pacientes sin contraindicaciones fueron distribuidas aleatoriamente para recibir amoxicilina (500 mg 3 veces al día) o eritromicina (500 mg 4 veces al día) durante 7 días. Para mantener el diseño a doble ciegas del estudio, las mujeres tratadas con amoxicilina recibieron una cuarta dosis diaria de placebo. A todas las parejas sexuales de las mujeres infectadas se les ofreció el tratamiento con doxiciclina. Se tomaron tejidos 21 días después de la finalización del tratamiento. Se obtuvieron cultivos adicionales a finales del tercer trimestre y de los niños recién nacidos después del tratamiento. Tanto la amoxicilina como la eritromicina fueron efectivas. Los cultivos del tercer trimestre fueron positivos en sólo una de las 100 mujeres tratadas con amoxicilina y en ninguna de las 99 tratadas con eritromicina. Los síntomas gastrointestinales severos fueron significativamente más comunes en las pacientes que recibieron la eritromicina (31%) que en las que recibieron la amoxicilina (6%). Veinte pacientes, quienes recibieron la eritromicina interrumpieron el tratamiento debido a estos efectos secundarios, en comparación con sólo una paciente que se trató con amoxicilina. Los autores llegaron a la conclusión de que el 12% del índice de fracaso para la eritromicina en esta investigación resulta del índice más elevado de interrupción del tratamiento debido a estos efectos. El índice de fracaso para la amoxicilina en esta investigación fue sólo el 2%. Los autores citan los resultados de estudios anteriores que muestran que una dosis adecuada y duración de la amoxicilina puede tratar de forma efectiva la infección por clamidia. Ellos sugieren que la amoxicilina es una alternativa aceptable ante la eritromicina para el tratamiento de la infección genital por clamidia en las mujeres embarazadas. Fuente: Lancet 1994; 344:1461.

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2004-07-14   |   15,377 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.2. Abril-Junio 1996 Pags. Rev Cubana Med Gen Integr 1996; 12(2)