La enseñanza de la pediatría por edades biológicas:

regresar al futuro 

Autor: Santos Preciado José Ignacio

Fragmento

“Para que una disciplina científica o técnica marche y se desarrolle de acuerdo con la época en que sirve a la sociedad, es necesario que sufra revisiones periódicas en sus tendencias y en sus procedimientos” La enseñanza de la pediatría como especialidad estructurada se inició en México con la inauguración del Hospital Infantil de México Federico Gómez el 30 de abril de 1943, un año después de haberse iniciado las residencias o especialidades médicas en el Hospital General de México. Los primeros médicos internos del Hospital Infantil tuvieron una estancia de 18 meses; el 12 de febrero de 1945, durante la despedida de la primera generación de internos, Federico Gómez señaló en su discurso: “Hasta ahora teníamos que recurrir a escuelas y hospitales extranjeros para allegarnos conocimientos que veníamos después a adaptar a nuestro medio”. Esta tradición docente del Hospital Infantil de México Federico Gómez es reconocida tanto en México como en el resto de América Latina en donde ha sido ejemplo y vanguardia de la “Escuela Mexicana de Pediatría”. Desde la inauguración del Hospital Infantil de México Federico Gómez, la enseñanza de la pediatría médica se planteó acorde con la hospitalización por edades biológicas: prematuros y lactantes, medicina preescolar y por separado, para disminuir riesgos de enfermedades transmisibles, las especialidades infecto-contagiosas. Cirugía estaba constituida por los servicios de traumatología, ortopedia, oftalmología, otorrinolarongología y el de cirugía general. De igual manera, de los nueve consultorios, tres eran para problemas médicos distribuidos por edades: uno para lactantes, uno para preescolares y uno para los escolares, los seis restantes eran para emergencias y problemas quirúrgicos. Estas divisiones indudablemente obedecieron al número limitado se subespecialistas.

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2004-07-15   |   1,742 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 61 Núm.3. Mayo-Junio 2004 Pags. 175-176 Bol Med Hosp Infant Mex 2004; 61(3)