Fragmento

No hubo, no habrá jamás un pediatra de su formación, de su calidad humana, de su bondad, de su capacidad, es el mejor pediatra de su generación. Desde su adolescencia se caracterizó por sus condiciones personales y afectivas, en su San Isidro, en su Colegio Nacional, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, en el Departamento de Pediatría del Hospital Italiano de Buenos Aires, siempre lo vimos brillar en el primer nivel, no solo en lo científico sino también en lo humano. Siempre estuvo presente en la Secretaría o en el Ministerio de Salud Pública de la Ciudad de Buenos Aires, en la Academia Nacional de Medicina, en el American Academic of Pediatrics, en los Congresos Latinoamericanos, Panamericanos o Mundiales, en todas las Sociedades de Investigación Pediátrica o no, en la International Pediatrics Association, en donde lo necesitaran para trabajar por un niño enfermo, por una familia desorientada, o por un colega que necesitara ayuda y apoyo.

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2004-07-30   |   664 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 53 Núm.7. Julio 1996 Pags. 359-360 Bol Med Hosp Infant Mex 1996; 53(7)