El Frontispicio.

Instituto Nacional de Pediatría 
Fragmento

La imagen de una niñez optimista, que gira infinita alrededor de la vida, simbolizada en la espiral en movimiento, es la representada en el mural que enmarca la fachada principal del Instituto; obra de un artista mexicano llamado Benito Messeguer. El mural es bajo relieve, que muestra el brazo de cuatro niños en juego y solidaridad, que parecen ascender, fue construido en un año, por el arquitecto Javier Deschamps, con muy altas técnicas de resinas plásticas contemporáneas. El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, quien supervisó la obra, nos dijo que “se persiguió el propósito de que sobre la entrada principal del hospital, se expresara la alegría e la niñez...”, una niñez a la que, como manifestaba la señora Guadalupe Borja de Díaz Ordaz, debía proporcionársele un ambiente adecuado: “Que el niño entre sin temor y salga sin traumas”. Bajo esta filosofía el mural fue esbozado por la imaginación del artista que plasmó a una niñez dinámica y sana, objetivo del quehacer cotidiano de la Institución. Desde la inauguración del Hospital Infantil IMAN, en noviembre de 1970, el mural ha recibido a los niños y a sus familiares que acuden en busca de salud, como un símbolo de esperanza, solidaridad y optimismo; valores que encarnan el alma infantil y su eterna inquietud y dinámica ante la vida. Su significado, como el de toda obra artística, va más allá de la representación icónica en su historia; es símbolo permanente, claro y sencillo, de la niñez y de una Institución que ha dedicado todo su esfuerzo y energía en preservar la salud de esta niñez Mexicana.

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2004-07-31   |   1,043 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 53 Núm.10. Octubre 1996 Pags. Bol Med Hosp Infant Mex 1996; 53(10)