Resumen

Introducción: Siempre que el “jugo gástrico” entra en el esófago, se producen cambios en él. Lo que llama la atención es que puede no haber cambio en la mucosa, a pesar del reflujo. La falta de correlación con los síntomas clínicos ha creado confusión en la evaluación de los pacientes. La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es la resultante de un proceso multifactorial, en donde participan el esófago y el estómago. Objetivo: Conocer las indicaciones para el tratamiento quirúrgico. Antecedentes: ¿Cuál ha sido la evolución en el manejo de la ERGE? En la primera mitad del siglo XX, el tratamiento era médico. En los años 50, R. Nissen diseñó la cirugía antirreflujo. La introducción de los inhibidores de la bomba de protones (IBPs), mejoró sustancialmente el control de la enfermedad con medicamentos. Apareció la cirugía laparoscópica, y el corto tiempo de recuperación aumentó el interés por esta forma terapéutica. La disponibilidad del monitoreo ambulatorio del pH mejoró la posibilidad de diagnosticar ERGE. El tratamiento médico tiene la ventaja de ser conservador y se puede dirigir a modificar la causa y el efecto. El tratamiento quirúrgico sí puede corregir los problemas anatómicos, pero no resuelve la secreción del ácido en la mayoría de las técnicas quirúrgicas. En conclusión, no hay evidencia para abogar a favor de uno u otro de los procedimientos terapéuticos como el mejor. La decisión respecto al tratamiento para la ERGE, como todo en medicina, deberá individualizarse.

Palabras clave: Reflujo gastroesofágico tratamiento quirúrgico candidatos indicaciones.

2004-08-06   |   1,880 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 69 Núm.1. Enero-Marzo 2004 Pags. 19-22 Rev Gastroenterol Mex 2004; 69(Supl. 1)