Úlceras de decúbito

Autor: Domínguez Vázquez Alejandra

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Si bien es cierto que las úlceras de decúbito son tan antiguas como la humanidad misma, en la actualidad lo es para el profesional de enfermería, ya que constituye un problema que aún encontramos en las unidades de cuidados intensivos, donde se conjugan varios factores: el estado físico del paciente, el reposo absoluto y la estancia prolongada entre otros, que dan como resultado la aparición de éstas. Su diámetro y profundidad son variables pero por pequeña que sea, es un riesgo para contraer infección e incrementar los costos del paciente, hospital y una estancia aún más prolongada. Si tomamos en cuenta los adelantos de las ciencias de la salud, este problema debería estar resuelto, pero no es así, pues a pesar de que existe una gran variedad de colchones antiescaras, no es suficiente para su prevención ya que lo realmente importante para su aparición es la presión prolongada que interfiere con el riego sanguíneo. Por lo tanto, no debemos olvidar el realizar una valoración integral del paciente y elaborar un plan de cuidados y de ser posible informarle de éste al paciente y familia, de las ventajas que puede proporcionar e involucrarlos en la realización de éste, insistir que es de suma importancia los cambios posturales, el ejercitar los músculos y articulaciones para conservar la fuerza, la función y aumentar el grado de independencia física. Por lo tanto, es importante tener siempre presente, que es más fácil prevenir que curar y que las úlceras de decúbito son muy difíciles de cicatrizar, que pueden ser tan graves que causen la muerte del paciente o bien, verse sometidos a terapéuticas agresivas, de cuidados de enfermería prolongados y gastos excesivos. ¿Tal vez la aparición de estas úlceras son el resultado de técnicas y cuidados de enfermería deficientes?

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2004-08-12   |   1,000 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 4 Núm.3. Julio-Septiembre 1996 Pags. 65 Rev Mex Enfer Cardiol 1996; 4(3)