Autores: García de Alba García Javier Eduardo, Salcedo Rocha Ana Leticia, Márquez A J Mario, Gómez Rodríguez Héctor A
Introducción La enfermedad de Chagas se remonta en la historia de la humanidad y está ligada al desarrollo histórico de las endemías durante el periodo neolítico, debido a la adaptación del Triatoma infectans en la habitación humana. Al efecto, en 35 momias exhumadas en el desierto chileno, fechadas entre 470 años a.C. y 600 años d.C. reveló la autopsia la presencia de manifestaciones clínicas de la enfermedad de Chagas, estos restos se encontraron precisamente en la Quebrada de Tarapaca, con latitud 19º17'55'' y longitud 69º33'00'' y una elevación de 1150 metros sobre el nivel del mar. Este asentamiento de agricultores estaba constituido por casas de bloques de lodo, piedra y paja, proporcionando las condiciones ideales para la adaptación del vector de la enfermedad. Se han encontrado triatominos infectados con T. endémica de la enfermedad de Chagas en altitudes de 0 a 1800 m, por lo que la mayor parte se encuentran en la vertiente del territorio nacional, lo que hace suponer que la zona de infección es muy amplia, casi las dos terceras partes del país. Sin embargo, es hasta 1907 cuando el doctor Carlos Chagas, descubre el Trypanosoma cruzien Minas Gerais, Brasil y describe el caso Berenice en el año de 1909, estableciendo la etiología del padecimiento. Es el agente etiológico de la trypanosomiasis americana (enfermedad de Chagas). La infección es transmitida por insectos hematófagos correspondiente a la familia Reduvidae, subfamilia Triatominae, que se distribuyen en el continente americano desde el Río Grande, que separa México de Estados Unidos. En México, el doctor Luis Mazzotti, después de una búsqueda intencionada, descubre los dos primeros casos en nuestro país en 1940, ya que tres años antes, el mismo autor había descrito la infección natural del Trypanoso,a en el triatoma, en varias áreas del país, entre ellas Jalisco. En estos estudios de Jalisco, se aislaron de las heces de ejemplares intradomiciliarios de los vectores seis cepas miotrópicas de Trypanosoma cruzi las que experimentalmente resultaron cardiotrópicas.
2004-08-12 | 1,053 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 64 Núm.4. Julio-Agosto 1996 Pags. 114-117 Cir Ciruj 1996; 64(4)