Editorial

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Al leer estas líneas un año nuevo ha comenzado y con él la esperanza de que sea bueno, con salud y trabajo trocando los propósitos en acciones para que se traduzcan en resultados. El gremio odontológico se ha caracterizado por ser una comunidad apolítica, nos importa más el trabajo que lo que pasa afuera, y perdón por la hipérbola, lo que está pasando afuera afecta el trabajo cotidiano. Se ha notado una dejadez en el quehacer político, las alzas en precios y salarios las miramos con duda, puede ser que nos beneficien, expresamos cautela, los últimos años nos han perjudicado y no hay quién se oponga, son cuestiones de macroeconomía, si no entendamos la economía normal, bueno, pues la macroeconomía mucho menos. Existe la posibilidad que hayamos caído en una etapa de acostumbramiento y credibilidad hacia nuestros gobernantes y lo que nos dicen es que, las relaciones y economía nunca habían estado mejor, sí, cómo no, aquí cabe preguntar ¿para quién?. Los consultorios con salas de espera llenos, ahora vacíos y las citas canceladas, nos empujan a reflexionar y tratar de pensar que somos un gremio que combatió efectivamente las caries, enfermedad periodontal (entre otras). Los pacientes ya no vienen a visitarnos y seguramente los problemas continúan creciendo muy a nuestro pesar. En vez de curar a tiempo para conservar, lo tenemos que hacer para mutilar. Sabemos que existen servicios de atención dental de escuelas que están recibiendo un número alarmante de pacientes con traumatismos dentales ocasionados por 50,100 pesos o por no traer dinero. Sabemos que el estado no ha hecho su parte, pues no cuentan ni con la cantidad ni calidad de recursos materiales o humanos, las brigadas son intermitentes y no preventivas. Cada año he propuesto la fórmula de curar y prevenir al mismo tiempo y cada año lo haré hasta que se lleve a cabo, lamento que cada vez, pasa un año más en el que no lo hicimos y esto representa cada vez más dinero, tiempo y esfuerzo. Se requiere de que cada uno de nosotros en su lugar de influencia, empiece a hacerlo, así, sabremos que el plan ya empezado culminará con una población, si no libre de enfermedades estará con menos individuos adoloridos. Que sea éste propósito y llevémoslo a cabo. El darnos a otros enriquecerá nuestras vidas, y si lo hace a los bolsillos mejor, igual tenemos el qué, el cómo y el dónde, quedando la satisfacción de ocupar el tiempo libre para el beneficio común, la salud bucal para todos. Dr. Elías Grego Samra Editor

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2004-08-30   |   665 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 53 Núm.6. Noviembre-Diciembre 1996 Pags. 271 Rev ADM 1996; LIII(6)