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"Sin la publicación la ciencia esta muerta." La efervescencia del verdadero espíritu científico ha permitido a lo largo de la historia el avance de los pueblos -la medicina no puede dejar de citarse como ejemplo-. La escuela de medicina de la Facultad de Ciencias de la Salud "Dr. Luis Edmundo Vásquez", fruto de múltiples esfuerzos, se ha convertido en un motor impulsador de la actividad científica nacional no porque tenga todos los recursos necesarios para hacerlo, sino porque los alumnos han podido adoptar el sentimiento de amor a la ciencia que sus maestros han transmitido. Esta publicación es producto de ese incentivo. Sin embargo, los stándares de calidad que debemos alcanzar no podrán definirse de forma exacta en su totalidad, ya que es justo exigirse cada vez más en este esfuerzo. Es hoy la oportunidad de ver lo poco que hemos avanzado y lo mucho que hace falta por recorrer. Es necesario considerar si todos los esfuerzos que se hacen por mantener viva la llama de la investigación son válidos. La investigación requiere de un proceso sistemático riguroso y disciplinado, por lo tanto, seguir el método científico a cabalidad, además de conocer términos como duplicación, fragmentación, plagio y otros es fundamental. Por ejemplo, ¿Tendrá loables méritos aquel estudiante que se convierte en simple operario de una idea ya concebida y estructurada por otros? ¿Será original? Si el estudiante no conoce que el simple hecho de fragmentar un estudio -que gira alrededor de la misma idea- sin importar los fines con los que se hace no es ético 5, que esto constituye un importante criterio de exclusión para publicar trabajos en revistas científicas internacionales. No pequemos por ignorancia. Permitamos que aquellos que conocen nos informen o mejor aún informémonos nosotros mismos. Es hoy cuando necesitamos un verdadero ente regulador e impulsador de la ciencia, un Comité de Investigación activo y escrutinizante de la labor estudiantil y docente. Una evaluación a la altura de los esfuerzos. No se puede investigar por el simple hecho de hacerlo. Permitamos la retroalimentación y no temamos al señalamiento de nuestros errores. Es necesario fomentar el cuestionamiento interno y crear espacios de discusión donde los mismos estudiantes evalúen el esfuerzo de sus compañeros. Solo así podremos alcanzar la excelencia, la calidad y el protagonismo en el selecto grupo de aquellos que dedican esfuerzos a la investigación. José Gonzalo Batres Baires Editor Ejecutivo batresbaires@hotmail.com

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2004-09-01   |   1,411 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 1 Núm.3. Septiembre-Diciembre 2003 Pags. 5 Rev Sig Vit 2003; 1(3)