Autor: Fonseca Eserski Nadia
Con la reciente inauguración de la nueva Asociación Médica Salvadoreña, se le da a la población salvadoreña una visión del verdadero sentir y función del médico en nuestro país, la cual está y ha estado siempre basada en el juramento hipocrático, que todos y cada uno hicimos nuestro el día de la graduación, y reza así: "Juro solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humanidad, ejercer mi profesión dignamente y a conciencia, velar solícitamente y, ante todo, por la salud de mis pacientes, hacer caso omiso de credos políticos y religiosos...” Es decir que dichos principios nos inhabilitan, desde el momento en que somos médicos, a negarle la atención a una persona enferma o en peligro de muerte; y, consecuentemente, a darle el tratamiento adecuado.
2004-09-06 | 1,515 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.4. Enero-Junio 2004 Pags. 25 Rev Sig Vit 2004; 2(4)