Autor: Valencia Vargas Rubén
SEÑOR EDITOR: Quisiera hacer extensivo a todos los médicos nuestro sentir acerca de los cursos de reanimación cardiopulmonar. Los instantes más críticos de la existencia ocurren al nacimiento y al morir; aunque este suceso es inevitable, hay circunstancias que pueden cambiar el momento final. Una de ellas, es que haya alguien que pueda ayudar al individuo que está en trance de morir a evitar su muerte o las secuelas que se presentan en caso de que sobreviva, por lo que su actuación debe ser oportuna y adecuada. En teoría, el experto en estos trances, es quien puede revertir el proceso de casi muerte y evitar secuelas en la persona que atiende, es el médico; pero en la vida diaria o no se encuentra presente o la secuencia de las acciones que desarrolla es incorrecta, y en no pocas ocasiones puede ocasionar más daño que ventajas. Los sitios en los que con mayor frecuencia se presentan los accidentes son el hogar, la escuela o el tránsito entre ambos sitios, cuando esto ocurre casi siempre se cuenta con la presencia de un padre, una madre o un maestro. Si alguno de ellos está adiestrado en el manejo de la emergencia, se puede sostener la vida en tanto que se traslada al lugar donde haya alguien adiestrado o con mayores recursos para revertir el proceso, y lo más importante, si la actuación es correcta la posibilidad de secuelas disminuye.
2004-09-09 | 916 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 71 Núm.4. Julio-Agosto 2004 Pags. 199 Rev Mex Pediatr 2004; 71(4)