Fragmento

Treinta años de trabajo, se dicen fácil. La labor se inicia apenas clareando el día. En jean´s, recorre todas las estaciones de norte a sur; ella es la dueña del metro, su figura menuda, mesurada, se confunde con los miles de viajantes obreros, burócratas, estudiantes... Nadie que no le mire a los ojos, a esa profundidad inteligente y llena de ternura, podría imaginar que es la doctora Ramírez. ¿Qué es lo que la impulsa a caminar siempre adelante que no sea el amor a su profesión, a sus pacientes, a sus colegas y amigos? ¿Cuál es el motor, cuál es la energía que la impulsa a llevar este ritmo de trabajo que para muchos es extenuante? ¿De qué fibra esta hecho su mediano cuerpo para resistir calor, frío, viento, lluvia, apagones interminables del metro...? ¿Cuál es su reloj biológico que no indica hora ni tiempo para realizar la tarea sin descanso? Ella es el tiempo, la dueña del tiempo. Siempre sin prisas; para todo aquel que la aborda, siempre hay espacio, la mano amiga, la sonrisa que fortifica, que alienta, que reconforta...

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2004-09-09   |   6,049 visitas   |   6 valoraciones

Vol. 42 Núm.1. Enero-Marzo 1996 Pags. 48-49 Rev Inst Nal Cancerol Méx 1996; 42(1)