Autores: Muñoz López F, Fernándes Fátima, González Beatriz, Hernándo V, Porto J A, Vilá B, Rabaneda A, Mateos Martín MA
Introducción: Se puede determinar el grado de obstrucción de las vías aéreas al medir la resistencia (awR) de las mismas. La medición puede realizarse por oscilación forzada, pletismografía y por interrupción instantánea del flujo aéreo. Esta última se utiliza en el presente trabajo. Objetivos: Obtener valores normales de la awR en niños a partir de la talla de 101 cm, y estudiar la broncorreactividad en niños menores de siete años con provocación con metacolina en base a cambios en la awR. Material y métodos: Primera parte. Medición de la awR con equipo bronchoscreen en dos grupos control (GC) de niños no asmáticos y sin patología respiratoria en GC-I niños de siete años y mayores, GC-II niños de 4-6 años de edad. Los niños con patología se dividieron en tres grupos: I, 93 asmáticos asintomáticos en los que se determinó awR; II, nueve asmáticos asintomáticos en quienes se determinó PD20 y awR; y III, 15 niños no asmáticos con rinitis alérgica, valorándose PD20 y awR. Se valoraron medias estadísticas, desviaciones estándar y comparación de grupos por la t de Student. Segunda parte. Se determinó prueba de metacolina en niños con clínica sugestiva de asma, clínica sugestiva de alteración de vías aéreas superiores, síntomas de traqueobronquitis sin disnea y pacientes atópicos sin disnea. Resultados: Los resultados se expresan en los cuadros I al VI. Conclusiones: Existe concordancia entre clínica de asma e hiperreactividad bronquial positiva y clínica no sugestiva de asma e hiperreactividad bronquial negativa. En el 25.8% de los casos existe duda diagnóstica. La prueba de metacolina valorada con awR es un método útil para el estudio de la hiperreactividad bronquial en niños menores de siete años.
Palabras clave: Asma hiperreactividad bronquial resistencia de vías aéreas.
2004-09-14 | 1,860 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.5. Septiembre-Octubre 1996 Pags. 155-159 Alergia e Inmunol Pediatr 1996; 5(5)