Autor: Romero Zárate José Luis
6 de agosto de 1996, 17:30 hrs. La tarde se tornó fresca, recién humedecida por una fina lluvia veraniega en la Ciudad de México. Llegué sin contratiempos al lugar de la cita: el recinto de la Academia Nacional de Medicina, templo del saber que alberga en su seno nombres de auténticas celebridades de nuestra sociedad médica. El auditorio, semivacío aún, sobriamente engalanado, imponía respecto y solemnidad al momento; tomé mi sitio en el podium, sintiendo un leve escozor en la garganta, producto del nerviosismo de saberme parte del grupo que esa noche participaría de manera activa en la celebración de tan importante acontecimiento en la vida de un hombre importante.
2004-09-22 | 2,005 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 6 Núm.2. Mayo-Agosto 1996 Pags. 72-73 Cir Plast 1996; 6(2)