Fragmento

Es una convicción compartida con no pocos considerar que el verdadero capital de cualquier institución académica lo constituyen sus grandes nombres. No tienen que ver la riqueza patrimonial, ni el número de departamentos que lo componen, ni los equipos sofisticados de cuarta generación; ni siquiera los libros, ni las computadoras ni otras virtualidades son responsables del honor institucional. Hechos a un lado el orgullo, la pompa y la circunstancia que no pocas veces nos sobran, son los Hombres que han marchado a su servicio los que enaltecen y traen la gloria a instituciones como la nuestra. Desde su fundación han sido muchos los Hombres que en nuestro Instituto han seguido el espinoso camino de la profesión médica a través de no pocas adversidades logrando gozar de la miel del trabajo cumplido. Hoy honramos a tres de estos Hombres. Corresponde al que lee la responsabilidad de recordar a uno de ellos; y advierto que no escapa de mi conocimiento, ni por un instante, la existencia de aquellos que pudieran hacer una presentación mejor.

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2004-09-24   |   1,422 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 69 Núm.2. Abril-Junio 2004 Pags. 120-124 Rev Gastroenterol Mex 2004; 69(2)