Editorial

Autor: Mugarra Torca Xavier

Fragmento

El ejercicio de la pediatría plantea numerosos problemas éticos como: la toma de decisiones terapéuticas en los casos de recién nacidos con prematuridad extrema, malformados, maltrato infantil, la aplicación del consentimiento informado pediátrico, la anticoncepción y el aborto en las adolescentes, etc. Cada uno de ellos requiere un estudio y tratamiento específico, basado bajo un marco general de referencia. Para ello debemos definir el concepto de niño. No es fácil definirlo, ya que la idea del niño no ha tenido un solo significado a lo largo de la historia, sino que ha ido evolucionando. El modo como se defina la infancia acaba teniendo consecuencias morales que es preciso estudiar. El niño siempre ha sido para la sociedad un problema moral y por lo tanto veremos como a partir de esos presupuestos surgen dos modos de enfocar los problemas éticos de la práctica pediátrica, uno que lo denominaremos paternalista y otro autonomista. Nos vamos a referir en este editorial al paternalismo en la pediatría, que consiste en considerar al menor de edad como incompetente completo, incapaz de tomar decisiones sobre su cuerpo y su vida de modo racional y prudente. Las decisiones sobre el cuerpo y la vida del niño y del adolescente deben siempre hacerse buscando su mayor beneficio, coincida este o no con el deseo o el criterio del propio sujeto.

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2004-09-24   |   1,163 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 65 Núm.3. Agosto-Septiembre 2002 Pags. 89-90 Arch Venez Pueri Pediatr 2002; 65(3)