Autores: Exaire Murad Emilio, Alcocer Díaz-Barreiro Luis, González Chávez Antonio, Alexanderson Rosas Elvira Graciela, Rodríguez Saldaña Joel
La enfermedad isquémica coronaria, según el estudio Framingham, aumenta con el grado de hipertensión tanto en hombres como en mujeres; en cambio los sujetos normotensos tienen la mitad de riesgo para desarrollar enfermedad coronaria.1 MacMahon demuestra un incremento absoluto hasta de un 3.5% cuando las cifras diastólicas son mayores a 90 mmHg.2 La hipertensión arterial sistémica asociada a cardiopatía isquémica produce aumento de la frecuencia de arritmias no letales hasta en un 86% y letales en el 13%, con mayor riesgo de muerte súbita, lo que puede estar relacionado con una reducción de la reserva coronaria e hipertrofia ventricular izquierda. 3,4 La interacción de ambas patologías como factores de riesgo, tiene un valor predictivo como evento isquémico agudo mayor cuando se asocia a hipertrofia ventricular izquierda o con cambios significativos del ST, aún en pacientes asintomáticos. 4 Otras anormalidades que se presentan en estas condiciones son: incremento de las resistencias de la microvasculatura, reducción o limitación de la reserva coronaria, reducción o pérdida de la respuesta para dilatarse del lecho vascular coronario, lo cual puede reducir la perspectiva de un incremento del flujo a diversos estímulos, así como hipertrofia vascular y miocárdica, 5 con un riesgo mayor de arritmias, falla cardiaca y muerte. 6
Palabras clave: Cardiopatía isquémica insuficiencia renal crónica diabetes mellitus insulina enfermedad pulmonar aorta.
2002-12-19 | 927 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 12 Núm.1. Enero-Marzo 2001 Pags. 55-63 Rev Mex Cardiol 2001; 12(1)