Autor: Gómez Rodríguez Rodolfo
Es digno de elogio que la Dirección de Profesiones reconozca por fin legalmente las Especialidades y Subespecialidades Profesionales Médicas y, al mismo tiempo, la autoridad moral y científica de los Consejos como cuerpos colegiados de la más alta calidad científica, para certificar y recertificar a los médicos especialistas avalando que sus conocimientos y destrezas son plenamente vigentes en relación con el avance actual de la ciencia médica. Se ha dicho que la medicina es ciencia y arte, la de la probabilidad y de la incertidumbre, nada más justo recordar cuando ésta es enfrentada a la ley. En efecto, la medicina no es una ciencia exacta y sus resultados llevan implícito un margen de imprecisión y de resultados estadísticos negativos, a los que no escapan los mejores conocimientos o las habilidades más elegantes, cuyo juicio es prácticamente imposible establecer en un marco jurídico frío y rígido; conceptos como yatrogenia, sobrevida, calidad de vida, complicaciones e incidentes en el curso de las intervenciones quirúrgicas o reacciones adversas a una terapéutica médica pueden ser tan complejos que su análisis en un contexto médico legal resulte imposible para la absoluta claridad de una sentencia jurídica que involucre a la práctica médica.
2004-09-29 | 1,754 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 12 Núm.2. Mayo-Agosto 1995 Pags. 91-92 Bol Coleg Mex Urol 1995; 12(2)