Resumen

Muchos de los recientes progresos en medicina cardiovascular han sido posibles gracias al entendimiento de las bases moleculares de las enfermedades que afectan a este sistema; de este modo, la biología molecular ha dilucidado la estructura de un elevado número de proteínas que intervienen en el complejo funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos. Muchas de estas proteínas se acoplan a receptores específicos de la membrana plasmática para permitir la comunicación intercelular, mientras otras tienen actividad catalítica que hace posible la comunicación intracelular e intranuclear, todo ello enmarcado en un proceso continuo, que culmina en un efecto fisiológico o fisiopatológico dado. Es posible apreciar entonces, que esta comunicación intercelular e intracelular es esencial tanto para el funcionamiento normal como para la disfunción de los seres vivos en general y del sistema cardiovascular en particular. Sin embargo, este funcionamiento de los sistemas escapa al entendimiento por el elevado número de variables que lo componen y de este modo no es posible acceder a un conocimiento total de los mismos; esta dificultad se debe a la disección lineal de los componentes del sistema que ha venido realizando la ciencia en la búsqueda de explicación al funcionamiento de los sistemas complejos. Basado en los conocimientos aportados por las teorías de la complejidad y el caos se puede acceder, por lo menos en parte, a este conocimiento faltante en la biología del sistema cardiovascular, logrando así un mayor entendimiento del sistema que permita, entre otras cosas, comprender la dinámica de la falla cardíaca y basado en ello, identificar la estrategia terapéutica más adecuada para cada caso

Palabras clave: Falla cardíaca biología molecular teoría de complejidad teoría del caos fisiología fractal.

2004-09-29   |   1,582 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 16 Núm.2. Abril-Junio 2002 Pags. 101-111 Médicas UIS 2002; XVI(2)