Autores: Medrano Tinoco Luz Ma. del Carmen, Dosal de la Rosa Rebeca
Las fracturas de la pirámide nasal son frecuentes en la edad pediátrica, por lo general secundarias a accidentes en el hogar o en vehículos en movimiento y a la caída de objetos sobre la cara. Los sitios más frecuentemente afectados son el cartílago cuadrangular, su unión con la lámina perpendicular y los huesos propios de la nariz. El diagnóstico clínico se basa en una adecuada historia clínica y una minuciosa exploración física que en ocasiones en niños pequeños sólo es posible realizar satisfactoriamente bajo sedación. Los estudios de gabinete complementarios son las radiografías simples, de utilidad limitada y la tomografía computada que brinda mayor información sobre la extensión, localización, daño de estructuras vecinas y posibles complicaciones de las fracturas nasales. En pacientes muy pequeños también se requiere sedación para realizarlos. Se debe descartar la presencia de hematomas o abscesos septales y la pérdida de continuidad de la mucosa septal, ya que estos problemas y las lesiones extensas de tejidos blandos, fracturas expuestas y epistaxis persistente requieren tratamiento quirúrgico inmediato. Existen dos métodos para reducir fracturas nasales, el abierto y el cerrado que deben evaluarse para determinar cuál es el indicado en cada paciente.
Palabras clave: Fractura nasal pirámide nasal cartílago cuadrangular lámina perpendicular huesos propios de la nariz.
2004-10-02 | 7,299 visitas | 1 valoraciones
Vol. 25 Núm.4. Julio-Agosto 2004 Pags. 240-243 Acta Pediatr Méx 2004; 25(4)