Autor: Fernández Aballí Isidro
La Habana, 15 de septiembre de 1997 Lic. José A. López Espinosa Director ACIMED Apreciado compañero: La lectura del último número recibido, y en particular su editorial,1 me motivan a enviarle estas breves líneas, con la esperanza y el único motivo de que pudieran ser de beneficio a esa publicación que, con la celebración de su quinto aniversario, confirma los beneficios obtenidos con su circulación en nuestro medio y, que en mi modesta opinión, igual lo sería en el ámbito ibero-latinoamericano. El mencionado editorial, por su correcta expresión, profundo análisis y crítico juicio, sobre el avance y la calidad logradas, hace honor a su editor y a esa revista, con lo que al suscribirme a él, obvio el reconocimiento a los logros obtenidos, y que más que metas alcanzadas los considero incentivos para continuar superando la calidad del contenido de la revista, principal objetivo de cualquier publicación. Mas no por ello hemos de olvidar su presentación, en una época en que el continente, la presencia, el "look", la imagen, cobran tal importancia. De ahí los múltiples nombres con que se representa. Por ello, debo reconocer que el referido último número de la revista, constituye un paso de avance por la mejoría de su cubierta, que, es evidente, está en dependencia de los recursos asequibles, pero ha de valorarse ese esfuerzo y ese costo cuánto representan en la aceptación e incremento de la demanda, objetivo principal al que aspiramos, con el ánimo de definir intereses y avanzar en el propósito de ofrecer mayores conocimientos; sin descartar, en segundo término, los costos y su resultado económico final, en este período en que el autofinanciamiento es un recurso inobjetable.2 Además, observo que hay diversidad en el diseño de cada número, lo que celebro. En cambio, me pregunto por qué no hay uniformidad en la expresión de su identidad como volumen, tomo y fecha, tal como la hay en el tipo de letra del título y que es lo correcto, como fijación de la imagen de la revista. Pero de éstos y otros elementos que pudieran señalarse, y que sin duda están sujetos a hábitos, normas, gustos, costumbres, etc., hay uno al que deseo referirme y que considero no existe reparo alguno para enjuiciarlo como indispensable en la calidad y factor determinante de la demanda, como es su periodicidad constante de acuerdo con su frecuencia. En ello influyen, en mi opinión y en orden sucesivo, la gestión, evaluación y definición de los artículos de cada número y su subsecuente trabajo editorial, hasta alcanzar el arte final. No me son ajenas las dificultades propias de estos pasos, agravados en las circunstancias actuales por las que transitamos; como tampoco el esfuerzo que realizan, y por ello doy por sentado que hay un razonable cumplimiento en este período, aunque estoy seguro de que pueden, deben y no dudo estén luchando por acortarlo. Las siguientes etapas corresponden a la impresión y la distribución. En la primera de ellas, que depende de otros organismos, hemos de controlar y exigir, exhaustivamente, el plan establecido, lo que hace evidente, para su respaldo, el señalamiento hecho en el ya referido editorial, en su parte final, cuando aboga por la oficialización, reconocimiento y financiamiento de la revista, como el primer paso a ejecutar. En cuanto a la segunda etapa, la distribución, considero que incluye, como parte importante, su sistema organizativo, además de los recursos mínimos indispensables, que garanticen en tiempo y forma su ubicación en cada biblioteca de la red de Salud Pública, como un servicio brindado por el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM), así como su venta comercial y su suscripción, actividades sobre las que no tengo datos oficiales, pero sí una evidente recepción de descontento por parte de los interesados, por la tardanza o dificultad en su adquisición. Estimado compañero, estoy seguro que nada nuevo he expresado que no sea del conocimiento de ese colectivo por su alto nivel de profesionalismo, pero consideraba necesario reafirmar, como primer elemento, la agilidad en la confección de las revistas en las fechas programadas, que junto a una presencia adecuada, garantizan el éxito en un mercado cada vez más exigente y competitivo,3 en donde los obliga a luchar el deber de brindar un servicio, a quienes como ustedes tienen el dominio y los conocimientos sobre la información en las ciencias médicas. Con un saludo afectuoso, extensivo al colectivo, REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Hernández Váldes E. Hacia el primer lustro de ACIMED [editorial]. ACIMED 1997;5(1):5-7. 2. Saavedra Fernández O. La producción hemerográfica en ciencias de la salud: estado actual y perspectivas. ACIMED 1995:3(2):13-23. 3. García Díaz I. El marketing y la actividad de información ACIMED 1995;3(2):8-12. Dr. Isidro Fernández Asesor. CNICM
2004-10-08 | 620 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.3. Septiembre-Diciembre 1997 Pags. Acimed 1997; 5(3)