En los albores del siglo XXI, a pesar de los avances de la medicina, nos encontramos frente a un grupo de enfermedades infectocontagiosas con importante trascendencia epidemiológica para las que no existen medio con los cuales podamos eliminar a sus agentes etiológicos sin dañas seriamente al enfermo. Esto se debe a que el descubrimiento de los microorganismos causales es reciente y a que están conformados por complicadas características estructurales. Sin duda, la inmunología juega y jugará un papel preponderante tanto para el aislamiento e identificación, como para su control. Un ejemplo es el virus de Ebola. Este virus es causante de una severa patología agrupada entre las enfermedades hemorrágicas febriles, que se caracterizan por tener un comienzo repentino con malestar, fiebre, mialgias, cefalea y faringitis, seguidos de vómito, diarrea, erupción maculopapular, ataques hepático y renal circunscritos y diátesis hemorrágica.
2004-10-19 | 1,427 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 4 Núm.3. Mayo-Junio 1995 Pags. 72-73 Alergia e Inmunol Pediatr 1995; 4(3)