Autores: Rangel Guerra Ricardo A, Muñiz Landeros Claudio Ernesto
Antecedentes: En la mayor parte de los casos, la esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa, adquirida, inmunomediada e incapacitante. Se considera un proceso de desmielinización que afecta la sustancia blanca del sistema nervioso central y que, en ocasiones, ha reportado afección en la sustancia gris. Objetivo: Presentar la experiencia clínica en pacientes con diagnóstico confirmado de esclerosis múltiple bajo tratamiento con inmunomoduladores del tipo interferón beta-1b. Material y método: Se realizó un estudio de tipo retrospectivo y descriptivo en la evaluación de expedientes de pacientes de uno y otro sexo con diagnóstico clínico de esclerosis múltiple remitente recurrente, corroboración diagnóstica paraclínica con estudios de neuroimagen y neurofisiológicos (resonancia magnética, potenciales evocados somatosensoriales, visuales y auditivos) y estudios de líquido cefalorraquídeo. Se evaluó la escala de discapacidad de EDSS de Kurtzke, el número de recaídas en el periodo pre y postratamiento con interferón beta-1b (Betaferon®), a dosis de 8 millones de UI por vía subcutánea, tres veces por semana durante un año, así como el manejo con metilprednisolona intravenosa para las recaídas sintomáticas. Resultados: Se evaluaron 40 expedientes clínicos y se incluyeron 30 pacientes. El 73% fueron del sexo femenino y 27% del masculino, con edad promedio de presentación de 37 años. En 70% de los enfermos las manifestaciones clínicas primarias fueron sensitivas y en 46% motoras, algunos tuvieron manifestaciones mixtas. Para las recaídas se utilizó metilprednisolona intravenosa, a dosis de 500 mg cada 24 horas durante 5 días, y se encontró un promedio de 3 hasta 17 episodios, aproximadamente, en la fase de pretratamiento. En la fase de postratamiento hubo reducción en la frecuencia de las mismas a 0 recaídas en 36.66%,1 en 16.66%,2 en 30%,3 en 6.66%, 4 en 6.66% y 5 en 3.33%. Se observó que la presentación clínica inicial en la escala de discapacidad de Kurtzke, desde su diagnóstico, fue de 1.0 a 3.0 en 76.65% (23) de los pacientes y que al utilizar interferón beta-1b en 56.66% de ellos, hubo disminución en el uso de tratamiento con metilprednisolona para el manejo de las recaídas sintomáticas y, por consiguiente, reducción en la escala de discapacidad reportada en la fase inicial pretratamiento y aumento sólo en 13.33% de los mismos. Conclusiones: Se justifica el uso de inmunomoduladores en el tratamiento de esclerosis múltiple remitente recurrente.
Palabras clave: Esclerosis múltiple tratamiento interferón beta-1b.Esclerosis múltiple tratamiento interferón beta-1b.
2004-10-19 | 2,275 visitas | 3 valoraciones
Vol. 6 Núm.24. Julio-Septiembre 2004 Pags. 182-187 Med Univer 2004; 6(24)