Autor: Stoopen Rometti Miguel E
Quienes hemos tenido la oportunidad de transitar por la senda de nuestra especialidad desde aquella época en que solamente existía la radiología general, para proseguir el camino a través de los tiempos en los que además de los rayos-X, incorporamos a nuestra práctica la energía de los ultrasonidos, las radiaciones gama, las radiofrecuencias y los campos magnéticos, los ambientes de los departamentos digitales, el mundo de la teleradiología y llegamos a las fechas actuales en las que principiamos a aventurarnos en el campo de la imagen funcional y vislumbramos ya las primeras experiencias con la imagen por fluorescencia óptica y la imagen molecular, podemos preguntarnos con justa razón: ¿Estamos solamente en una época de cambios; o bien, estamos ingresando a una nueva época en el diagnóstico? Es mi sentir, que nos encontramos hoy en el umbral de una nueva época. En efecto, la radiología y las nuevas técnicas de imagen, aportan cada día más precisión en el diagnóstico, se realizan con mayor rapidez y causan menos problemas al enfermo, ayudan a descubrir lesiones antes insospechadas y abren nuevos horizontes para el diagnóstico en múltiples áreas clínicas. A título de ejemplo, señalaré algunas de sus aportaciones a la neurología, la cardiología y a la oncología.
2004-11-01 | 2,114 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 3 Núm.3. Julio-Septiembre 2004 Pags. 151-152 An Radiol Mex 2004; 3(3)