Autor: Jurado Santa Cruz Fermín
Introducción Durante mucho tiempo se había pensado que la piel era un órgano estático, cuya función principal era actuar como una barrera mecánica para preservar la integridad, proteger de las agresiones externas y que aparentemente no tenía una relación funcional con otros órganos, aseveración en parte cierta; sin embargo, muy alejada de la realidad.1 Actualmente se ha podido demostrar la capacidad de interacción de la piel con otros órganos y su función dinámica, sobre todo en el campo de la inmunología, donde debe ser considerada una barrera estática ha pasado a ser un órgano con funciones inmunológicas propias.2
2004-11-11 | 2,695 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 139 Núm.1. Enero-Febrero 2003 Pags. 41-43. Gac Méd Méx 2003; 139(1)