Las moscas y la enfermedad de Parkinson

Autor: Salamanca Gómez Fabio

Fragmento

No se trata, como un lector desprevenido pudiera pensar, ahora que se cumplen dos décadas del fallecimiento de Sartre, que hemos omitido el entrecomillado de las dos primeras palabras del título de este artículo y que se tratara en verdad, de que el personaje de la famosa obra del agudo y polémico filósofo francés, en una nueva versión, ahora por supuesto cinematográfica, apareciera afectado con la enfermedad de Parkinson. Tampoco se trata de que, para este tantas veces vilipendiado díptero que ya estaba presente millones de años antes de que nuestros ancestros comenzaran a ampliar sus horizontes con la posición erecta, se le encontrara ahora transmisor de un nuevo agente relacionado con este padecimiento. Se trata, en realidad de algo más importante y sorprendente. Para comenzar, no estamos hablando del insecto asociado con el abandono y la pobreza, con la marginalidad y la ignorancia, sino del organismo que permitió gran parte del avance de la genética en las primeras décadas del siglo, la minúscula mosca de la fruta, la Drosophila melanogaster.

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2004-11-17   |   1,312 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 136 Núm.3. Mayo-Junio 2000 Pags. 281-282 Gac Méd Méx 2000; 136(3)