Como ya ha sido señalado por el doctor Gual, las actividades de planificación familiar en México se iniciaron durante la década de 60, cuando la tasa global de fecundidad alcanzó su máximo histórico de siete hijos por mujer, el crecimiento natural de la población era de 3.46% y la política de población existente era de tipo pronatalista. Si bien el acelerado ritmo de crecimiento de la población causaba ya preocupación por el impacto que pudiera tener en el desarrollo del país, las actividades pioneras de planificación familiar estuvieron encaminadas principalmente a la investigación relacionada con los métodos anticonceptivos hormonales, que se desarrollaba sólo en algunas clínicas del sector privado y en instituciones académicas del sector público, como el Hospital de Enfermedades de la Nutrición. El acceso a los servicios era por ende limitado a un reducido número de mujeres que ya deseaban regular su fecundidad y aceptaban colaborar en los estudios vigentes. Hasta este momento no puede aún hablarse de la planificación familiar en el contexto de un programa formal, y hubo de transcurrir casi una década para que la política de población se transformara, permitiendo el establecimiento de acciones oficiales que brindaran información y servicios para la regulación de la fertilidad. En 1974 el cambio se inició con la modificación del artículo IV de la Constitución, en el que a partir de entonces se reconoce la igualdad del hombre y de la mujer ante la ley, así como el derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos, concepto que fue adoptado a nivel internacional en la Conferencia Mundial de Población celebrada en Bucarest ese mismo año. La enmienda constitucional se acompañó de la creación del Consejo Nacional de Población y la nueva Ley General de Población, con lo cual hace 25 años se completaba la integración de la plataforma legal sobre la que se edificó el Programa Nacional de Planificación Familiar, permitiendo también la ampliación de las facilidades de investigación y docencia especializada.
2004-11-18 | 3,823 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 136 Núm.1. Enero-Febrero 2000 Pags. 32-36 Gac Méd Méx 2000; 136(1)