Autor: Cravioto Quintana Alejandro
La mejor inversión que un país puede hacer para asegurar su futuro, es cuidar la salud de sus habitantes más pequeños. La vigilancia de su desarrollo durante el embarazo y el nacimiento y el cuidado de su salud durante los primeros cinco años de la vida, constituyen la única forma de asegurar la fortaleza de la siguiente generación. El gasto en salud que se utiliza para este propósito es, por tanto, del de mayor costo-beneficio. Dentro de las dificultades propias de nuestro país por la dispersión de su población o por su alta concentración en algunas de sus zonas urbanas, los resultados que se han presentado muestran que los programas de atención a la salud del niño han tenido un avance evidente en el bienestar de este grupo de población. Es una realidad que en México mueran cada día menos niños y que los sistemas de prevención los haga menos vulnerables a las enfermedades que, en otras épocas, llevaba a una muerte temprana a muchos de ellos. De continuarse y mantenerse estos programas en los niveles actuales es factible pensar que, en poco tiempo, México logre equiparar sus indicadores de salud infantil a la de países con un desarrollo económico mucho mayor.
2004-11-19 | 1,633 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 136 Núm.1. Mayo-Junio 2000 Pags. 21-22 Gac Méd Méx 2000; 136(Supl. 1)