Autor: Vázquez Meraz José Eugenio
Desde los primeros trasplantes de médula ósea en seres humanos en los años sesenta, hasta el establecimiento de ese procedimiento como un tratamiento de rutina para pacientes con enfermedades neoplásicas, enfermedades congénitas y falla medular por el grupo del Dr. Thomas en las décadas 70 y 80, diferentes modalidades de trasplante de médula ósea (TMO) se han ideado, en intentos por mejorar los resultados en cuanto a curación y efectos colaterales se refiere. En general, se prefiere el trasplante de células hematopoyéticas de sangre periférica (CHSP) para pacientes con tumores sólidos y linfomas con alto riesgo de recaída y TMO alogénico, para aquellos padecimientos caracterizados por falla medular primaria o secundaria, neoplasias de origen en la médula ósea como leucemias agudas y crónicas y padecimientos congénitos.
2004-11-19 | 1,214 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 136 Núm.2. Julio-Agosto 2000 Pags. 5-7 Gac Méd Méx 2000; 136(Supl. 2)