Autor: Martín Vega Carmen
Antecedentes La transfusión sanguínea es un forma terapéutica que produce grandes beneficios cuando está bien administrada, pero también conlleva algunos riesgos. Desde el conocimiento de la transmisión del Síndrome de Inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y de otros tipos de hepatitis, la seguridad en la transfusión ha ido aumentado progresivamente. A pesar de ello, en la mentalidad de muchos profesionales eran solo estas enfermedades víricas las que constituían un riesgo transfusional y se ponían todos los esfuerzos para evitarlas. Por otra parte, existían los controles de calidad de reactivos y algunas técnicas de los laboratorios de transfusión, pero de una manera parcial y no en todos lo servicios de medicina transfusional. En algunos países se hizo patente que existían algunos efectos adversos de la transfusión (EAT) que no eran comunicados y que podían ser tan peligrosos para los pacientes como los citados anteriormente. Es de aquí que surge el concepto de hemovigilancia.
2004-11-19 | 4,604 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 136 Núm.2. Julio-Agosto 2000 Pags. 73-74 Gac Méd Méx 2000; 136(Supl. 2)