Autor: Nolasco Espinosa Luis Ramón
Las enfermedades alérgicas son cornunes en la práctica de pequeñas especies. Los signos que pueden dirigir el diagnóstico hacia un padecimiento de tipo alérgico son: prurito, eritema, cambios de coloración del pelo y alopecia. Cuando el alergeno puede ser reconocido, el retirarlo o evitarlo es más que suficiente para controlar el estado de hipersensibilidad, sin necesidad de otro tipo de terapia. Sin embargo, esto, en la mayoría de los casos, no es posible debido a que el alergeno no puede ser identificado o, aún identificado, no puede ser eliminado. Por lo tanto, una vez que se diagnostica un proceso alérgico, el tratamiento va encaminado a evitar el estado prurítico en el paciente o hacer que el prurito se reduzca a un grado tolerable. El tratamiento sintomático se debe basar en el principio de que la terapia no debe ser peor que la enfermedad. De las drogas utilizadas para el tratamiento sintomático de las enfermedades alérgicas, las más efectivas son los glucocorticoides; sin embargo, también tiene el mayor número de efectos colaterales. De esta manera, a pesar de que las drogas no esteroidales son menos efectivas, se recomienda utilizarlas como primera opción para el manejo a largo plazo de estas alteraciones.
2004-11-24 | 962 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 6 Núm.5. Septiembre-Diciembre 1995 Pags. 399-403 Revista AMMVEPE 1995; 6(5-6)