Autor: Lama Julio
INTRODUCCIÓN: Desde la aplicación del principio físico de la resonancia magnética a las imágenes médicas por los años 80, se han venido desarrollando una gran variedad de avances y cambios tecnológicos que van desde las imágenes por difusión y perfusión, técnica de la espectroscopia (estudio de los metabolitos), imágenes funcionales (fRM) y una gama de secuencias de nuevos pulsos de RF, que han permitido una mayor rapidez y precisión en la obtención de las imágenes. Pero el más espectacular de todos estos avances ha sido la alta resolución y rapidez con que se obtienen las imágenes vasculares de la región cráneo-cervical. Hace muchas décadas atrás, cuando llegaba un paciente con lesión cerebral a la emergencia y era necesario practicarle una angiografia urgente, éste inmediatamente era trasladado al cuarto de rayos X que se convertía momentáneamente en un pequeño quirófano convulsionado, donde tanta ceremonia y tanteo cervical milimétrico, finalizaban con el apretón de un amplio apósito compresivo sobre el cuello del paciente. Hoy, con los nuevos equipos de resonancia magnética de 1.5 tesla, el resultado de este antiguo procedimiento se ha convertido en un examen de rutina. Con la aplicación de nuevas técnicas de secuencias de pulso y sin tocar al paciente, se obtienen excelentes resultados con una precisión diagnóstica que seleccionan a la angioresonancia (ARM/MRA), como una de las primeras opciones para valorar la vascularidad cráneo-cervical.
2004-11-26 | 2,080 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 19 Núm.1. Enero-Diciembre 2003 Pags. 24-27 Med Hoy 2003; 19(1)