Autor: Delfino Aurora
En la práctica clínica pediátrica es habitual la consulta por trastornos bruscos del estado de conciencia acompañado de movimientos anormales y/o alteraciones del tono. Estos episodios, a los que llamamos trastornos paroxísticos (TP) o crisis, crean gran angustia en los padres y confusión en el equipo de salud, ya que se interpretan frecuentemente como epilepsia. Los trastornos paroxísticos no epilépticos (TPNE) son un grupo heterogéneo de episodios, de presentación clínica paroxística, originados por una disfunción cerebral de etiología diversa, pero que tienen en común el no ser de naturaleza epiléptica (apneas, espasmos del sollozo, síncopes, cefaleas, síndromes vertiginosos, mioclonias del sueño, terrores nocturnos, sonambulia). La frecuencia de estos episodios en la infancia es del 10 al 20%, mientras que la epilepsia tiene una prevalencia del 1%.
2004-12-01 | 930 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 75 Núm.3. Julio-Septiembre 2004 Pags. 211 Arch Pediatr Urug 2004; 75(3)