Cartas al editor

Completo

México, D.F. a 20 de octubre de 1995 Dra. Raquel Gerson Editora de la revista Anales Médicos Sur 136 y Observatorio México, D.F. Estimada doctora Gerson: Al leer el agradable y anecdótico artículo sobre el síndorme de Boerhaave1 encuentro y deseo aclarar el «sic» que el Dr. Carlos Ortiz señala en una de las medidas de la fisura de la ruptura esofágica «media pulgada de longitud y tres líneas de ancho» (sic). La línea era una medida que se utilizaba en el siglo pasado; la encontramos definida en diccionarios antiguos, una de cuyas acepciones es «la duodécima parte de una pulgada».2 La misma distancia, «tres líneas», se encuentra referida como la distancia que había entre la pápula acarina y la presencia del ácaro de la sarna y que resultó ser la solución a una polémica que por más de 10 años de desarrollaba en el Hospital San Luis de París en 1834, cuando Simon FranVois Renucci, estudiante de medicina de origen corso, utilizando la misma técnica de las campesinas de su tierra natal, le mostro a una gran audiencia el agente productor de la sarna. Renucci estaba asombrado y feliz al ver a qué agrado el fabuloso, elusivo y minúsculo insecto se había mofado de talentosos maestros de París. La razón era que estos investigadores buscaban al ácaro en un lugar erróneo, donde éste no existia. El mismo Renucci en su tesis señaló: «Una vez visualizada la vesícula intacta de la sarna, al observar con detenimiento, se encuentra el túnel en cuyo extremo y separdo de la vesícula por tres líneas se percibe un punto blanco circunscrito y visible a simple vista que corresponde al insecto». Esta pequeña distancia había hecho infructuosos los intentos por descubir al ácaro y nos muestra que pocos milímetros (tres líneas) era la distrancia que los había separdo del éxito. Tal episodio ilustra el carácter romántico y el clima de los conflictos médicos de una etapa esencial de la dermatología del siglo XIX puesto que por primera vez se ofrecia a la medicina la posibilidad de ver la causa de una enfermedad de la piel y acabar con las teorías humorales y la idea de la generación expontánea, Una pequeña distancia (tres líneas) se puede constituir en una barrera insuperable a la fama.

Referencias
1. Ortiz Hidalgo C. Ruptura esofágica o síndrome de Boerhaave. Resumen de la historia clínica y los hallazgos de autopsia del primer caso informado, An Mex Aso Med Hosp ABC 1995; 40(3):124-126. 2. López JM. Bensley Er. Nuevo diccionario Inglés-Español y Español-Inglés. 7ª ed. París Garnier Hermanos Libreros editores, 1903:392. Dr. Clemente Alejandro Moreno Collado Coordinador de Dermatología Hospital ABC

Palabras clave:

2004-12-06   |   728 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 40 Núm.4. Octubre-Diciembre 1995 Pags. 183 An Med Asoc Med Hosp ABC 1995; 40(4)