Editorial

Autor: Pimentel Montes Rodolfo

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El 19 de septiembre de 1989, fue inaugurado el Hospital Juárez de México, obra monumental, ejemplo de tecnología en el diseño de unidades de atención médica especializada. Instalada en un área de 61,500 metros cuadrados, se compone de nueve cuerpos en una superficie total construida de 52,000 metros; hospitalización para cuatrocientas camas censables, distribuidas en cuatro niveles que ofrece una densidad poblacional muy cómoda, luminosidad, ventilación natural y grandes espacios que permiten adecuada circulación horizontal y vertical; con todos los servicios médico-quirúrgicos y equipos avanzados que corresponden a una institución de tercer nivel. Tiene un auditorio para 500 personas equipado con sistema de traducción simultánea; zonas destinadas para oficinas de gobierno, administración y jefatura de enfermería. Un bloque independiente para investigación y enseñanza. Las áreas verdes que rodean las construcciones dan por resultado un conjunto de espacios modernos, funcionales y acordes con la tecnología actual. Sin embargo, la historia del Hospital Juárez no empezó hace 15 años; su base histórica data de mucho más allá de lo imaginable. En el año de 1569, según Orozco y Berra, la iglesia de San Pablo fue fundada por fray Pedro de Gante, quedando a cargo de los Franciscanos. En 1574, Fray Alonso de la Veracruz obtiene la autorización del rey Felipe II para fundar en ese lugar el Colegio de los Agustinos que existió hasta el siglo XIX. En marzo de 1847 el general Scott toma Veracruz, se dispone a marchar hacia el centro del país, derrota a Santa Anna en Cerro Gordo, ocupa Puebla y a mediados de agosto llega al Valle de México. Ya está aquí el General; empiezan las batallas en Padierna y Churubusco; en el convento de San Pablo se improvisa un hospital de sangre para atender a los heridos; éste será desde entonces hasta 1985 el Hospital Juárez. Ahora que sabemos que esta institución se levantó en San Pablo y permaneció durante 138 años integrada con espíritu fraterno, cuna de la cirugía, erigida y sostenida sobre el corazón de los médicos hermanos para atender la salud de otros hermanos, entendemos mejor el drama del cataclismo de 1985; ese día: estruendo y silencio, ayes de dolor y muerte. Atrás quedan los siglos, ahora la historia continúa en el Hospital Juárez de México; seguirá su paso hacia el encuentro de nuevos y valiosos médicos y el advenimiento incontenible de la ciencia. Dr. Rodolfo Pimentel Montes.

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2004-12-09   |   1,077 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 71 Núm.3. Julio-Septiembre 2004 Pags. 95 Rev Hosp Jua Mex 2004; 71(3)