Estadística mínima. XXVI.

Infancia es destino 

Autor: Loría Alvar

Fragmento

Erratas que desdoran Previo a iniciar el artículo, les ruego leer la NOTA 125 sobre una peculiaridad del artículo anterior. Infancia es destino Desde hace dos artículos (Refs 1 y 2) he estado pugnando por retomar los hilos de cuáles deben ser los primeros pasos de un programa interno de control. Estos primeros pasos son fundamentales al desarrollo subsecuente al que debe aspirar todo programa de control. El inicio del programa es igual de importante al que tienen los primeros dos años de vida del ser humano y que llevó a un psicoanalista mexicano, Santiago Ramírez, a declarar que infancia es destino (Ref 3). En mi yo interno he podido ver la justeza de esta frase resumidora de por qué somoa como somos en muchas respuestas a la vida, y asimismo explica por qué, en ocasiones, nuestras actitudes no son todo lo maduras que uno quisiera. Si, me refiero a esas conductas en que hacemos algo de lo cual nos arrepentimos. No, no estoy hablando de las características infantiles que afortudamente persisten en nuestra vida de adulto, etre ellas, las capacidades de asombro, de juego, y de imaginación y de pregunta. Estas, por lo contrario, son las que necesitan un buen investigador científico y un mejor ser humano.

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2004-12-15   |   1,051 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 7 Núm.2. Abril-Mayo 1995 Pags. 33-37 Lab acta 1995; 7(2)