Autores: Sandoval Luis X, Villamil Salcedo Valerio
Aunque el rango de comorbilidad reportada entre los trastornos del afecto y los trastornos de personalidad es muy amplio, la mayor parte de los estudios indican un porcentaje de trastornos de personalidad en los pacientes con trastornos del ánimo muy superior al esperado por azar. Los trastornos de personalidad que más frecuentemente se han reportado como comórbido son el limítrofe, el de evitación y el de dependencia, algunos estudios también han encontrado que los trastornos pasivo-agresivo, narcisista, histérico y paranoide pueden presentar una alta comorbilidad. La presencia de un trastorno afectivo crónico o el padecer dos trastornos afectivos simultáneos incrementan la posibilidad de presentar un trastorno de personalidad acompañante. Así mismo, la presencia de esta llamada comorbilidad afectiva y de personalidad se asocia a una respuesta más pobre de la sintomatología depresiva mediante el tratamiento farmacológico, además de que las recurrencias depresivas a largo plazo pueden ser más frecuentes en los pacientes con trastornos de personalidad. El enfoque dimensional del temperamento y carácter de Cioninger también ha sido útil en la evaluación de este fenómeno. Se ha observado que los pacientes con incremento en la evitación al daño aumentan la posibilidad de presentar un trastorno afectivo. Igualmente, como en el enfoque categórico, existen algunas características que ensombrecen la evolución de la depresión en el tratamiento farmacológico, tales como bajos niveles en la dependencia a la recompensa y altos en la evitación al daño. Además se ha visto que los puntajes altos en la búsqueda de la novedad pueden predecir una mejor respuesta cuando se da tratamiento con medicamentos inhibidores de la recaptura de la serotonina, lo que pudiera apoyar que los rasgos heredables de temperamento y carácter tienen alguna base bioquímica común con los estados depresivos. En el presente artículo se discuten diversos aspectos que pueden explicar los hallazgos polémicos en la comorbilidad. Se considera la dificultad que plantea el estudio de este fenómeno por las limitaciones de los instrumentos con los que se miden trastornos del ánimo y la personalidad. Además, el enfoque imperante en la medición de estas variables pero sobre todo de la personalidad también pueden explicar en parte la variabilidad de los resultados obtenidos hasta el momento. Inclusive, la fuente de información y el momento de la valoración puede alterar los resultados obtenidos. Se discute la posibilidad de que el fenómeno de la comorbilidad se deba a que tanto los trastornos de personalidad como los trastornos en el ánimo tengan un origen común en el individuo, y por lo tanto, facilite su presentación simultánea. También se discute la posibilidad de que este incremento en la comorbilidad se deba a que existe un subgrupo de pacientes que presenten ambos trastornos y que indirectamente eleve los porcentajes de comorbilidad que se encuentran reportados en la literatura científica. Otros factores como los estresores ambientales también deben tomarse en cuenta para considerar si la evolución longitudinal no se encuentra artificialmente entorpecida en ciertos pacientes. Hasta el momento no se cuenta con estudios epidemiológicos que evaluen el grado comorbilidad tomando como muestra inicial a los pacientes con trastornos de personalidad. Futuras investigaciones deberán tomar en cuenta estos aspectos para poder explicar la comorbilidad y contribuir al entendimiento de la manera en que se presentan los trastornos en psiquiatría.
Palabras clave: Trastornos de personalidad depresión temperamento carácter comorbilidad.
2002-12-17 | 2,499 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 22 Núm.3. Mayo-Junio 1999 Pags. 34-40 Salud Ment 1999; 22(3)