Fragmento

El aborto inducido como consecuencia del embarazo no deseado es un problema prioritario de salud en los países en vías de desarrollo, particularmente cuando es realizado en condiciones inseguras. Se estima que en América Latina se practican aproximadamente 4 millones de abortos inseguros anualmente y que el número de muertes maternas por este procedimiento es cercano a 5000 por año. En la región, 800,000 mujeres son hospitalizadas cada año por complicaciones inmediatas del aborto inducido. Estas cifras son aproximadas, ya que la clandestinidad con la que frecuentemente se realiza el procedimiento no permite calcular con precisión las tasas de mortalidad y morbilidad maternas secundarias al mismo. Nuestro país es parte de la estadística un tanto alarmante; de acuerdo a estimaciones del Instituto Alan Guttmacher, en 1991 ocurrieron 500,000 abortos inducidos. En México, se calcula que la mortalidad por complicaciones del aborto es de ~ 8% (ver el artículo de Espinoza y López-Carrillo en este número). Los impactos social y económico del embarazo no deseado y el aborto inducido en América Latina continúan siendo de magnitudes considerables, muy a pesar de las recomendaciones contenidas en la Iniciativa de El Cairo de 1994. Sus consecuencias, por lo tanto, no deben ser ignoradas por los profesionales de la salud.

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2005-01-06   |   1,665 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 139 Núm.1. Marzo-Junio 2003 Pags. 1-2 Gac Méd Méx 2003; 139(Supl. 1)