Completo

Este detalle fue tomado de la obra Efluvios, una serie de dibujos en tinta sobre papel. Durante el primer semestre del 2002, empecé a encontrar, cada vez con mayor frecuencia, frases y titulares de prensa ligados a una ola invernal prolongada como metáfora de otra realidad. Expresiones como la de “tener el agua al cuello” para decir que está en aprietos, o “echar al agua” para decir que se denuncia a alguien o referirse a la guerra como “tiempos de tormenta” para identificar hechos violentos con el clima de una región son algunos ejemplos. Hechos que sí bien tienen orígenes muy diversos, producen estragos. Asimilar una y otra es aceptar que las repercusiones son catastróficas y que no existe nada que pueda detenerlas, aun si el origen depende de factores humanos o de fenómenos naturales. Usé la imagen de una inundación para aludir a un estado desbordado y como un símil de una serie de hechos que han ido impregnando, anegando e invadiendo todo. Consideré que un paisaje visto como un territorio inhóspito es una forma metafórica de referirme a un sentimiento de indefensión. No hay cielo ni tierra, ni elevaciones geográficas, ni jerarquías o poderes que sirvan como paliativo o amparo. Este paisaje está hecho de una sustancia indefinible que permea todo y transforma lo que toca. Los efluvios, por definición, son emanaciones sutiles, casi imperceptibles. Con el título quise señalar un cúmulo considerable de hechos graves. Gota a gota, la inundación adquiere dimensiones sin precedentes. No es posible señalar un único causante de este flujo que satura y sobrepasa todo orden. Por “efluvios” me refiero a situaciones donde imperan el temor, la desidia, la impotencia. En medio de la indiferencia, lo adverso se vuelve un hecho cotidiano. Las fronteras se vuelven difusas y, por lo tanto, infranqueables. El desarraigo es extremo: no hay a dónde ir, ni siquiera a dónde regresar. Los habitantes están a la deriva, rodeados por un “mar sin orillas”; se volvieron náufragos en tierra por el constante fluir de una sustancia incontenible.

Palabras clave:

2005-02-14   |   684 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.4. Diciembre 2004 Pags. Rev Col Psiqui 2004; XXXIII(4)