El artículo “Viene la eutanasia activa” aboga e induce a aceptarse como insoslayable. Matar nunca puede ser acción buena ni aun perdida para sí por un enfermo quien obviamente está con conciencia obnubilafa por su enfermedad. El que mata a sabiendas tiene todas las agravantes ante un jurado. Quien activamente dispuso de la vida de un desahuaciado, nunca podrá demostrar que no fue guiado por dolo. Ningún Código recto aprueba matar a un inocente... menos el Código de Amor Cristiano.
2005-02-14 | 616 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 63 Núm.5. Septiembre-Octubre 1995 Pags. 199 Cir Ciruj 1995; 63(5)