Resumen

Es una alteración, con predominio en las mujeres, la prevalencia es directamente proporcional a la edad del paciente, a mayor edad es más probable padecerla. La vejiga hiperactiva puede presentarse de manera asociada con incontinencia urinaria; en menor porcentaje es mixta con incontinencia urinaria de estrés, pero puede ser pura. Su etiología puede deberse a anormalidades: del tracto urinario inferior, neurogénicos, sistémicas, iatrogénicas, psicológicas o por hábitos dietéticos. Las manifestaciones clínicas de la vejiga hiperactiva son: frecuencia, urgencia, nicturia, e incontinencia urinaria; además de esto el paciente puede sufrir otras alteraciones y en conjunto esto le obliga a cambiar su actividad social. En el medio, existe gran variedad de cuestionarios sobre calidad de vida; sin embargo el clínico se resiste aplicarlos en virtud de que toman tiempo y aparentemente tienen poca relevancia. Pero sin su uso resulta subjetivo evaluar la respuesta terapéutica. La exploración física ayuda a descartar otras patologías; en estudios de laboratorio deberá practicarse examen general de orina, urocultivo, química sanguínea en algunos casos con perfil hormonal, etcétera. Los estudios de gabinete pueden ser ultrasonido, cistografía, cistoscopia y urodinamia. La terapéutica se enfoca a inhibir las contracciones vesicales del músculo detrusor, disminuir la sensibilidad vesical y frecuencia miccional. Para ello, el clínico cuenta con un amplio arsenal, de drogas antimuscarínicas para lograr este cometido, con un grado variable de mejoría clínica, efectos secundarios y abandono del tratamiento.

Palabras clave: Incontinencia urinaria tracto urinario inferior.

2005-02-17   |   2,593 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 65 Núm.1. Enero-Febrero 2005 Pags. 50-54 Rev Mex Urol 2005; 65(1)