Autor: Magloire Duverglas Frantz
Agradezco a la Mesa Directiva de la Sociedad Mexicana de Angiología y Cirugía Vascular, el privilegio que se me otorga hoy de hablar de un colega, maestro y amigo quien se nos adelantó en forma repentina hace algunos meses, me refiero al Dr. Francisco Rangel Solórzano, Chito para muchos. En enero de 1965 ingresé al Hospital Francés de la Ciudad de México, ya desaparecido, donde tengo la oportunidad de conocer a un grupo de médicos famosos en su especialidad, incluyendo a varios cirujanos vasculares: Héctor Quijano Méndez, Fernando Díaz Ballesteros, Marcelo Páramo, Raúl García Guerra, Gilberto Flores Izquierdo, Berdwin Volnie, Giovani Viale y algunos otros que frecuentemente iban a operar y me permitían aprender sus técnicas, incluyendo a Chito Rangel con quien tuve una prolongada relación profesional siendo primero su ayudante, luego compartiendo momentos tanto de trabajo como de amistad hasta el viernes 31 de marzo de 2000 cuando recibí una llamada telefónica informándome que había fallecido en forma repentina nuestro compañero, habiendo cumplido el día anterior una jornada de trabajo normal como lo acostumbraba siempre, sorprendiendo a todos. Terminaban 35 años de comunicación.
Palabras clave: La Sociedad Mexicana de Angiología y Cirugía Vascular.
2002-11-13 | 1,919 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 29 Núm.1. Enero-Marzo 2001 Pags. 29-30 Rev Mex Angiol 2001; 29(1)