Crecimiento de las bajas civiles por traumas y heridas de las guerras recientes

Autor: Villamandos Prieto Antolín A

Fragmento

"Contribuir al enriquecimiento de la teoría y la práctica médico-militares mediante el aporte a la organización, por las vías establecidas, de las experiencias de trabajo que puedan servir a otros." (Reglamento para el Aseguramiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. La Habana, 1974. Cuarto inciso del artículo 76 sobre los deberes básicos del médico militar. Sección 2, Capítulo II, p. 31). Según experiencias acumuladas en los conflictos militares más recientes, revisadas por expertos médicos norteamericanos, europeos y de otros países,1 el carácter de la guerra ha cambiado radicalmente en los últimos tiempos. Ya el objetivo perseguido por las grandes potencias imperialistas no es la mera destrucción del ejército enemigo, sino la desestabilización y desorganización de la infraestructura política, social, cultural y psicológica del oponente, es decir, la eliminación de su identidad y soberanía como nación independiente. El aumento extraordinario del poder destructivo de los medios y técnicas de combate, tanto de proyectiles de artillería, de la aviación y de la armada, como de los misiles y las minas de diversos tipos, así como las concurrencia de otros factores han determinado cambios significativos en la morbilidad y la mortalidad por heridas y traumatismos en su demografía, su localización anatómica y en su complejidad y gravedad ya que no solo, ni principalmente, matan o dañan a los combatientes sino, sobre todo, a la población civil, incluyendo de manera creciente a las personas más desvalidas e indefensas (ancianos, niños, mujeres embarazadas, que lactan y otras). Todo esto ha venido a engrosar considerablemente los contingentes humanos de los eufemísticamente llamados "daños colaterales".

Palabras clave:

2005-03-15   |   588 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 33 Núm.4. Septiembre-Diciembre 2004 Pags. Rev Cubana Med Milit 2004; 33(4)