Resumen

La mayoría de los estudios estima la incidencia de la epilepsia entre el 0.5 y 2% del total de la población. La epilepsia se debe a una despolarización excesiva de la membrana de las neuronas epileptógenas que origina, por un lado, una descarga neuronal unitaria de alta frecuencia y, por el otro, cambios hiperpolarizantes compensatorios que tratan de regular esta descarga. Además, la epilepsia se debe a un reclutamiento anormal de las neuronas formado un foco epiléptico y de las neuronas vecinas o distantes, lo que origina una hipersincronía de las descargas neuronales individuales. Así, despolarización-hiperpolarización y descargas neuronales excesivas e hipersincrónicas son la esencia de la actividad convulsiva, y estos fenómenos son comunes a todos los tejidos cerebrales epilépticos independientemente de la causa que los produce y de la región cerebral. Las enfermedades epilépticas se clasifican en parciales y generalizadas, llegando a identificarse 40 tipos distintos. Los principios generales en el tratamiento de la epilepsia son: 1) Selección del medicamento acorde al tipo de crisis. 2) Iniciar con la tercera parte de la dosis e incrementar cada dos o tres días hasta llegar a la dosis terapéutica. 3) Si el medicamento se encuentra en rangos terapéuticos y las crisis están controladas no debe realizarse ninguna variación. Los avances terapéuticos más significativos en el diagnóstico y tratamiento de las epilepsias se han dado con la incorporación a la práctica diaria de la monoterapia frente a los esquemas de politerapia, y en el refinamiento de los métodos e indicaciones del tratamiento quirúrgico.

Palabras clave: Epilepsia drogas anti-epilepticas.

2005-03-28   |   4,536 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 1 Núm.2. Marzo-Abril 2005 Pags. 1-18 Arch Med 2005; 1(2)