Pocos conocimientos han persistido en el tiempo de forma incuestionable, como el hecho de que el sistema nervioso central no se regenera. Don Santiago Ramón y Cajal escribió de manera definitiva: “En adultos, las vías nerviosas están fijas e inmutables. Todo puede morir. Nada puede regenerarse”. Hemos crecido con la noción de que nacemos con un número determinado de neuronas y que las perderemos progresivamente, sin posibilidad de renovación. Este concepto, para fortuna de la especie y como un logro de la investigación contemporánea, está cambiando. Trabajos recientes han revertido la sentencia, en apariencia definitiva, de que el sistema nervioso central es incapaz de regenerarse o de que es posible inducir la formación de nuevas células nerviosas. Debe de considerarse como un logro más de la investigación en células troncales, células madre o progenitoras, consideradas como aquellas que, inmaduras, son capaces de diferenciarse hacia diversos tipos.
2005-04-11 | 1,055 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 49 Núm.4. Octubre-Diciembre 2004 Pags. 164-165 An Med Asoc Med Hosp ABC 2004; 49(4)