Autores: Rodríguez Enriquez Yanik, Pita Rodríguez Gisela, Cabrera Hernández Alejandrina, Quintero Alejo María Eugenia, Díaz Domínguez Maybé, Martín González Isabel
Un apropiado aporte de grasas en la dieta de la embarazada debe garantizar que sus hijos reciban la energía y los precursores moleculares para la síntesis endógena de estructuras lipídicas. Se realizó un estudio transversal en 187 embarazadas y 149 recién nacidos (RN) y se compararon algunos indicadores del metabolismo lipídico con resultados de estudios de la década del ochenta. La asociación de estos indicadores entre madres y RN fue evaluada. Se aplicaron encuestas de frecuencia semicuantitativa del consumo de alimentos en el último trimestre del embarazo. En madres y RN, todos los lípidos séricos evaluados fueron significativamente menores en el 2001 respecto a la década del ochenta (P<0,01), a excepción del C-LDL, que no varió significativamente. Se encontró correlación positiva entre el CT, los FL y el C-HDL de madres y RN (P<0,001). Los médicos de la atención primaria de salud deben recomendar a las embarazadas consumir una dieta en que las grasas aporten el 30% de la energía total diaria a través del aumento de la ingesta de grasas de pescado y de origen vegetal, con un enfoque preventivo y de educación nutricional y que se monitoreen cuidadosamente los posibles cambios en su perfil lipídico.
Palabras clave: Embarazadas recién nacidos lípidos séricos grasas de la dieta enfermedades cardiovasculares recomendaciones.
2005-04-28 | 1,533 visitas | 1 valoraciones
Vol. 30 Núm.4. Octubre-Diciembre 2004 Pags. Rev Cubana Salud Pública 2004; 30(4)